Mariah Carey interpreta en ‘Precious’ a una trabajadora social, alguien que en su día a día no suele lucir fabulosos vestidos y un maquillaje impecable. Por ello, la cantante se vio obligada a actuar con la cara lavada y sin arreglar, de tal manera que nadie en el set la hubiera reconocido como la estrella que es.
“Fue muy difícil despojarse de todo el glamour y meterse puramente en la historia; mucha gente no me reconocía y eso me hacía feliz”, ha declarado Mariah en una entrevista con la publicación ‘OK!’.
La cantante reconoce que hubo momentos en que flaqueó y estuvo tentada de disimular algún que otro defecto: “Mi piel estaba roja e hinchada y no llevaba maquillaje, así que traté de ponerme un poco de colorete pero Lee Daniels, el director, me pilló y dijo ‘¡No, no te vas a poner nada!’”.
Según ella misma cuenta, Daniels quería que se convirtiera en “una mujer totalmente diferente”, para lo que Mariah tuvo que cambiar su forma de andar, su acento y la entonación a la hora de hablar. Pero para ella no fue difícil crear esa nueva imagen: “Fue como ir quitándome máscaras, en lugar de ponérmelas”.
El resultado del filme es muy distinto al que conseguido con los videoclips de la cantante, donde ella aparece rodeada de glamour: “Son divertidos de rodar porque no son nada profundos, puedes hacer lo que quieras en ellos; pero es un medio totalmente diferente”.
Y ahora que su participación en ‘Precious’ le ha hecho replantearse su visión de la vida, Mariah está convencida de que no volvería a protagonizar ‘Glitter: todo lo que brilla’ si se lo ofrecieran, pues parece que le ha pillado el punto a eso de dejar a un lado el glamour.
“Si pudiera volver atrás en el tiempo, definitivamente no lo haría; pero en ese momento estaba haciendo cástings para películas independientes y no me elegían porque era demasiado conocida”, ha reconocido.
Fuente: Europa Press.
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